El agua es fundamental para que las flores se desarrollen de forma óptima. El agua llena las células en crecimiento de la flor cortada y proporciona fuerza. El agua también es el portador de todos los nutrientes necesarios para el desarrollo natural de hojas y flores. La escasez de agua conduce irrevocablemente a tallos, hojas y flores flácidos y, en última instancia, a un marchitamiento prematuro y al final de la vida útil del florero.